domingo, 27 de marzo de 2011

Paula Modersonhn-Becker y los artistas del Worpswede

Paula Modersohn-Becker -Niña campesina en una silla


Paula Modersohn-Becker - Die Gänsemadgd

Heinrich Vogeler - Der Fischer

Heinrich Vogeler -An den Frühling 

tapas de libros expuestos en la muestra


(Buenos Aires)

“La exposición Paula Modersonhn –Becker y los artistas del Worpswede, en el Museo Nacional de Arte Decorativo reúne una serie de obras de la colonia de artistas del mismo nombre. Worpswede es sinónimo de imágenes evocativas del ambiente de los paisajes nórdicos. El nombre remite también a un nuevo movimiento de jóvenes artistas, su alejamiento de los temas académicos tradicionales. Inspirados por la romántica idea de la naturaleza como maestro, Fritz Mackinsen, Otto Modershon, Heinrich Vogeler, Fritz Overbeck y Hans am Ende mudaron sus estudios de la ciudad al campo. Emprendieron el experimento de vivir, trabajar y publicar juntos, experimento que los llevó a fundar una asociación de artistas y a realizar exposiciones conjuntas.
Paula Modersohn-Becker, que se unió a la colonia recién unos años más tarde, fue la que emprendió el camino más radical entre los artistas del Worpswede; el camino al arte moderno. Los pintores Fritz Mackensen y Otto Modersohn le proporcionaron importantes estímulos. Con esta preparación, los impulsos que recibió la artista en París, a través de la obra de Cézanne, Van Gogh y Gauguin, cayeron en suelo fértil. Estos modelos alentaron a Paula Modersohn –Becker a darle la espalda a la reproducción de las apariencias y a buscar la esencia íntima de las cosas. La consecuente simplificación de la forma se verifica especialmente en sus dibujos, a menudo más radicales, que sus pinturas. Si bien su obra es interrumpida por su temprana muerte, revela claramente una inconfundible fuerza creativa que justifica su posición en el arte alemán.
Hasta la fecha, las obras de Paula Modersohn-Becker y la colonia de artistas de Worpswede no han perdido nada de su fascinación; tanto en el ámbito artístico como en la sociedad, la discusión acerca del hombre, la naturaleza y el paisaje ha adquirido aún más actualidas…”.  

Ursula Zeller



Paula Modersohn-Becker

Paula Modersohn-Becker fue la primera artista alemana en introducir influencias de la pintura de Cézanne, Gauguin y van Gogh a su obra. Su camino ha sido solitario y, con pocas excepciones, sus aspiraciones no fueron comprendidas mientras vivió, ni siquiera por su esposo Otto Modersohn. Cuando Paula Modersohn-Becker murió, el 20 de noviembre de 1907, a los 31 años, después de apenas diez años de trabajo creativo, nadie imaginaba la riqueza y el significado de su legado. En muy poco tiempo había creado aproximadamente 700 pinturas, más de 1000 dibujos a mano y 13 grabados al aguafuerte. En vida vendió no más de cinco pinturas y expuso solo dos veces, recibiendo una crítica devastadora por su primer intento en la Kunsthalle de Bremen, en 1899.


Pinturas con niños

Paula Modersohn-Becker pintaba lo que anhelaba. Tener un hijo era su mayor deseo. En sus pinturas los niños son grandes y su apariencia sencilla, a menudo parecen torpes y feos. Carecen de la inocencia infantil, de lo encantador o conmovedor de los retratos infantiles comunes. Las caras de sus niños expresan una expectative indiferente, inconsciente, la verdad cruda de una existencia que aún no ha sido marcada por la vida. La pintura “Niña campesina en una silla” por ejemplo, transmite con la actitud de concentración de la niña y debido a la austeridad de la composición y los colores, una gran seriedad y un cuestionamiento que parece dar lugar a una esperanza ilimitada. Edvard Munch, Oskar Kokoshka y Egon Schiele fueron por caminos similares, pero la concepción de lo infantile en Paula Modersohn- Becker es más íntima y carece de acentuación dramática.
el poeta Rainer María Rilke

Rainer María Rilke y Worpswede

Durante la primavera de 1898, el estudiante de historia del arte Rainer María Rilke, uno de los poetas de habla alemana más importantes del siglo XX, fue presentado en Florencia al ya exitoso artista Heinrich Vogeler, unos pocos años mayor que él. Al poco tiempo de conocerse, Rilke aceptó la invitación de Vogeler a pasar la Navidad de 1898 en Bremen. La primera visita a Worpswede en la mañana navideña de 1898 debe haber impresionado fuertemente a Rilke. La síntesis de arte y vida que presentaba el Barkenhoff de Vogeler se correspondía con el anhelo del incipiente poeta por una vida basada en el arte. La amistad entre Vogeler y Rilke que comenzó en aquel entonces los llevó pronto a trabajos artísticos comunes. Es así que en la Navidad de 1899 se editó el precoz tomo de poesías “Para festejarme”, adornado por Vogeler con motivos ornamentales, y en marzo de 1900 Vogeler ilustró la poesía de Rilke: “Los tres reyes magos”, para la revista Die Insel, que se acababa de fundar.


Clara Rilke-Westhoff y Rilke se mudaron a Westerwede, un pueblo vecino de Worpswede. En un breve y muy intenso lapso creativo surgieron allí algunas de las poesías más bellas de su obra temprana, entre ellas las 34 poesías del “Libro del Peregrinaje”, la segunda parte de “El libro de horas” y la colección de poesías “El libro de las imágenes”, que apareció durante el verano de 1902 con una viñeta de Vogeler en la tapa. El 12 de diciembre de 1901 nació su hija Ruth. Pero pronto las preocupaciones por el sostén diario ensombrecían su vida. Debido a la creciente precariedad económica se fueron aislando de sus amigos de Worpswede, hecho que sufriría especialmente Paula Modersohn-Becker. En esta situación, el director de la Kunsthalle de Bremen, Gustav Pauli, les ofreció ayuda. Por su intermediación, a Rilke le fue encargado escribir una monografía sobre los pintores de Worpswede, el libro que ligó para siempre el nombre del poeta con el pueblo de los pantanos, y popularizó más allá de las fronteras alemanas a los pintores que allí vivían. Fue escrito en Westerwede, en veinte días en mayo de 1902. Significó también su despedida de Worpswede. Durante las primavera tomó la decision de trasladarse a París, y en el verano partió. Clara lo acompañó, pero habían decidido vivir de ahora en adelante como amigos y dedicados enteramente a su trabajo, sin las obligaciones de una casa en común.
La relación con los pintores de Worpswede continuo, sobre todo con Vogeler y Paula Modersohn-Becker. Durante una visita a Worpswede en Navidad de 1905, Rilke reconoció por primera vez la importancia como pintura de Paula Modersohn-Becker: “Lo más notable fue encontrar a la mujer de Modersohn en un desarrollo muy propio de su pintura, despiadada y directa en lo que pinta, cosas muy propias de Worpswede y que sin embargo nadie pudo aún ver ni pintar. Y, en este camino muy propio, extrañamente cercana a van Gogh y su dirección” escribió sorprendido. 

viernes, 25 de marzo de 2011

Papeles modernos: De Toulouse Lautrec a Picasso, en el Malba

Federico García Lorca - Paisaje


(Buenos Aires)

Recientemente se inauguró en el Malba la muestra "Papeles modernos: de Toulouse Lautrec a Picasso" en el Malba curada por el crítico Ángel Navarro.

August Rodin - Estudio de desnudo
Honoré Daumier - Amateur d´estampes 
Henri de Toulouse Lautrec- Diván japonais



Se trata de una selección de 85 obras sobre papel, pertenecientes a la Colección del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Organizada como parte de los festejos por los primeros diez años de Malba, el objetivo de la exposición es poner en valor una parte de las obras sobre papel de  la escuela europea del MNBA —que no han sido exhibidas como conjunto por más de tres décadas— y destacar la importancia del papel como soporte de la producción de los artistas modernos de los siglos XIX y XX. 

George Rouault - Face a face 
Henri Matisse - Fillete


Marc Chagall- Mujer en el campo o Bella
Se presentan dibujos y grabados realizados desde la segunda mitad del siglo XIX por artistas europeos como Honoré Daumier y Henri Toulouse-Lautrec, hasta trabajos de mediados del siglo XX de Carlo Carrà, José Gutiérrez Solana, Federico García Lorca y Giorgio de Chirico. También se incluyen obras sobre papel de figuras de la Escuela de París, como Amedeo Modigliani, Marc Chagall y André Lhote, y de pintores independientes como James Ensor, Georges Rouault, Henri Matisse, Pablo Picasso, Käthe Kollwitz, Georges Braque y Paul Klee, entre otros.

Pablo Picasso - Femme nu de dos


“Desde tiempos lejanos, el papel ha sido el gran compañero de los artistas. De él se valen tanto para esbozar la primera idea de una obra como para presentarlo, muchas veces, como elemento fundamental de una pieza definitiva, convirtiéndolo en protagonista”, explica Ángel Navarro, curador de la exposición.

José Gutiérrez Solana- Máscaras

La muestra se organiza en siete núcleos temáticos: los estudios (bocetos y esbozos), los desnudos, la figura individual y los grupos, los retratos, la elocuencia de la imagen (emblemas y alegorías), los paisajes urbanos y el papel como medio de difusión.

Junto con la exposición, Malba editó un catálogo bilingüe (español – inglés) de 200 páginas, que incluye las presentaciones de Eduardo F. Costantini, presidente de Malba, y de Guillermo Alonso, director ejecutivo del Museo Nacional de Bellas Artes; el ensayo El papel del papel, escrito por el curador invitado Ángel Navarro; y el texto Papeles europeos modernos, colecciones y coleccionistas porteños, de Marcelo Pacheco, curador en jefe de Malba. Además, se incluye una sección de notas biográficas de los artistas representados y la reproducción color de cada una de las obras.

Gabinete de Estampas del MNBA


Las obras pertenecen al Gabinete de Estampas del MNBA, una de sus áreas patrimoniales más ricas e importantes, cuya existencia se remonta a la época de su fundación. “Cuando el Museo abrió al público, en enero de 1896, la colección dispuesta en tres salas del Bon Marché ya incluía grabados y dibujos. Eduardo Schiaffino, su fundador y primer director, diseñó la institución siguiendo el modelo de los ‘museos metropolitanos’. Entre las distintas áreas que planteó para el desarrollo de su patrimonio había una dedicada a la obra sobre papel”, relata Marcelo Pacheco, curador en jefe de Malba.

El Gabinete fue ampliado durante las posteriores gestiones de Atilio Chiappori, Domingo Viau, Jorge Romero Brest y Samuel Oliver, entre otros. Gracias a una política que combina adquisiciones y donaciones privadas y oficiales, ha reunido un conjunto de obras realizadas por representantes del arte europeo, americano y oriental, que incluye trabajos de antiguos maestros —entre los que se encuentra la famosa colección de dibujos John Bayley— y artistas modernos, con secciones especiales como la dedicada a las obras sobre papel del siglo XIX. Se trata de dibujos realizados con grafito, acuarela, aguada, témpera, tiza, carbonilla y otros materiales, y grabados en técnicas tan variadas como la xilografía, el aguafuerte, el aguatinta, la punta seca o la litografía. Igual de variados resultan los tipos de papel —tanto artesanal como industrial— y soportes utilizados, entre los que se encuentran el cartón, el papel entelado, la madera y la tela.

Dibujos y grabados
Los artistas utilizan el dibujo de diversas maneras: como boceto, por ejemplo, o en estudios parciales en los que estudian cómo resolver un detalle complicado, una pose difícil o los problemas que pueden presentar una o varias figuras de esa nueva obra. Sin embargo, también existen dibujos independientes que los artistas hacen libremente, dedicados a diferentes temas o géneros que no están relacionados con obras en proceso de realización. “Son trabajos que surgen como exploración, experimentación o búsqueda de determinados temas, estudios libres que eventualmente podrían ser usados en una obra futura. También pueden ser dibujos que documentan la pieza que un artista produce, y que éste guarda en su taller”, explica Navarro.

Además de los dibujos, los artistas modernos contaron con el grabado, una técnica que se usó para reproducir la obra con fines de divulgación, pero que también fue utilizada para producir obras independientes. “Muchas de las piezas que aquí se exponen tienen que ver con esta situación, aunque en algunos casos provienen de series que se realizaron como obra independiente y de gran importancia”, sostiene Navarro. Tal es el caso de los grabados de Georges Rouault (1871-1858) presentes en la exposición, que pertenecen a la serie monumental que publicó en 1948 bajo el título Miserere, en la que contempla las trágicas consecuencias de la guerra y la miseria.

El papel se convirtió en el soporte fundamental de los dibujos y grabados de los artistas modernos, al que recurrieron libremente según sus necesidades expresivas. Con Henri de Toulouse-Lautrec (1864–1901), se acrecienta el rol del papel como material expresivo. Entre 1891 y 1901, el artista francés confeccionó una treintena de afiches en los que se anunciaban los artistas de los clubes nocturnos parisinos, que se destacan por su resolución de color, su composición y la representación cálida, humana y sensual de los personajes. Algunos de estos afiches pueden verse en esta muestra.

 A su vez, en los dibujos de Henri Matisse (1869-1954), la línea se convierte en protagonista y apela a la valoración del fondo, donde el papel aparece sin ningún tratamiento.

El curador destaca que “resulta interesante comprobar cómo en Italia, país donde se generaron movimientos vanguardistas en la primera mitad del siglo XX, las formas tradicionales del dibujo siguen siendo utilizadas por los artistas”. Esto puede observarse en varios de los trabajos que se incluyen en esta exposición: Estudio para una adoración de los pastores, de Felice Carena (1879-1966); Pareja (1943), de Carlo Carrà (1881-1966) –uno de los fundadores del movimiento futurista y mentor, junto con Giorgio de Chirico, de la pintura metafísica–, y Pensativa, de Felice Casorati (1883-1963).

Para Pablo Picasso (1881-1973), el dibujo también fue una práctica cotidiana, utilizada no sólo como apoyo para la preparación de sus obras. Pero además del dibujo, Picasso también hizo del grabado otro medio de expresión de gran importancia, como puede verse en Tres desnudos de pie y estudios de cabezas, de 1927, presente en la exposición.

En el caso de Federico García Lorca (1898-1936), el papel fue un soporte fundamental para mostrar otra faceta de su personalidad artística, tal como lo demuestra su pequeño Paisaje urbano, realizado en la hoja de un cuaderno de notas, presente en la exposición.

“En el hetergéneo conjunto proveniente de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes, compuesto con artistas extranjeros, debe señalarse que muchos fueron los que abrieron caminos en los planteos plásticos y técnicos, facilitando la multiplicidad de expresiones que el arte de nuestros días nos brinda. Si exceptuamos el inmenso campo que hoy presenta el arte virtual, en la mayoría de sus expresiones el papel sigue desempeñando un papel muy importante”, concluye Navarro.

Los coleccionistas en Argentina
En Argentina, entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, un gran número de coleccionistas se interesó por las obras sobre papel. “La preferencia por la obra sobre papel visible en el coleccionismo activo durante la primera mitad del siglo XX no marcaba simplemente la elección de un soporte físico, sino la predilección por un modelo visual singular. Buenos Aires mostraba una cultura del papel que en el campo artístico se manifestaba a través del gusto por los grabados y dibujos”, escribe Marcelo Pacheco, curador en jefe de Malba, en el ensayo Papeles europeos modernos, colecciones y coleccionistas porteños, incluido en el catálogo de la exposición.

Sin embargo, aclara que es difícil arriesgar una hipótesis acerca de sus preferencias. “En algunos podría pensarse en el factor económico como determinante. La obra sobre papel tenía un valor de mercado mucho más accesible que la pintura. Sin embargo, no es un argumento válido para todos los conjuntos; es más, se muestra aplicable sólo a una minoría. (...) Las colecciones no se presentaban como el resultado de la falta de medios, sino como gestos de valoración del papel en sus más diversas manifestaciones. Sus decisiones destacaban el privilegio expresivo y conceptual del dibujo como huellas de ideas que traza el hacer artístico”, afirma Pacheco.

Actividades relacionadas con la exposición


CONFERENCIA
Papeles modernos: tradición y renovación
A cargo de Ángel Navarro, curador de la exposición
Miércoles 6 de abril a las 18:30. Auditorio. Entrada libre y gratuita.
Las entradas se entregarán una hora antes del inicio de la actividad, hasta agotar capacidad de sala.

Durante la conferencia, se abordarán diversos aspectos relacionados con la práctica del dibujo y el grabado en los artistas de fines del siglo XIX y primera mitad del XX, y se analizarán los cambios derivados de las novedades técnicas y tendencias artísticas.


Visitas guiadas
A cargo del equipo educativo
Miércoles, viernes y domingos a las 17:00


créditos de las imágenes:

Georges Rouault
Face à face [Cara a cara], 1948
Plancha nº 40 
Aguatinta, punta seca y buril
57,3 x 43,8 (plancha)
© 2011 Georges Rouault/ ADAGP, Francia/ SAVA, Argentina

Auguste Rodin
Estudio de desnudo, s/f.
Acuarela y grafito sobre papel
25 x 32,7

Honoré Daumier
Les Amateurs d’estampes, o Amateur d’estampes [Los coleccionistas de estampas], s/f
Tinta y aguada sobre papel
30 x 34,8

Henri de Toulouse-Lautrec
Divan Japonais, 1893
Litografía color sobre papel
80,7 x 61,8

Federico García Lorca
Paisaje, s/f
Tinta marrón sobre papel pegado a cartón
15 x 10,6

 José Gutiérrez Solana
Máscaras, s/f.
Grafito y carbonilla sobre papel
42,9 x 33,5 
© 2011 José Gutiérrez Solana/VEGAP, Madrid/SAVA, Buenos Aires

Pablo Picasso
Femme nue de dos [Mujer desnuda de espalda], 1905?
Acuarela sobre papel
36,7 x 24,7 (visible)
© 2011 Sucesión Pablo Picasso/ SAVA, Argentina

Henri Matisse
Fillette [Figura], 1944
Litografía sobre papel
33,5 x 26,6
© Succession H. Matisse/ SAVA 2011

Marc Chagall
Mujer en el campo, o Bella, 1925
Aguafuerte y punta seca sobre papel
27,8 x 22,5 (hoja); 22,2 x 11,6 (plancha)
©ADAGP, Paris 2011  Chagall ®

jueves, 17 de marzo de 2011

Seoane en el MUNTREF

La lechera




Retrato de Antonio Machado

























(Buenos Aires)

Se inauguró hoy en el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero  - MUNTREF – la muestra “Seoane”, homenaje al artista Luis Seoane, en el marco del centenario de su nacimiento. Se trata de una muestra que permite recorrer el grabado y la génesis de la pintura del artista.

Figura 1962

Realizada en cooperación con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires – Mamba – y curaduría de Laura Bucellato, quien además ayudó a Seoane en 1968 a realizar su primera retrospectiva de pinturas en Art Gallery Internacional, la muestra del MUNTREF está integrada por 130 grabados, estarcidos, xilografías y pinturas además de libros ilustrados por Luis Seoane.

Retrato de Miguel Hernández


Con la presencia del rector de la universidad Aníbal Jozami, de la curadora y de Ana Seoane,  sobrina del artista,  críticos de arte,  artistas, periodistas, docentes e invitados especiales la muestra quedó inaugurada este mediodía y se podrá ver en el MUNTREF, Valentín Gómez 4838, Caseros, Provincia de Buenos Aires. También hay recorridos guiados y visitas participativas los sábados a las 15,30 y a las 17. Para visitas participativas de escuelas hay que solicitar turno a: museo@untref.edu.ar o por teléfono a: 4759-3528/37/78 interno 115.
Señora autoritaria
Hombre errante libre
El pulpo

Aníbal Jozami destacó en la inauguración la elección del artista para una nueva muestra en el MUNTREF, dado que Luis Seoane mantuvo un compromiso entre su vida y su obra:

 “En el ámbito de un museo universitario, elegir a un artista para una exposición implica no sólo una opción en el marco de lo estético y artístico sino también una forma de proponer ejemplos de praxis humana al conjunto de la comunidad universitaria.
Luis Seoane, abogado de los legendarios mineros de Asturias, por la contemporaneidad de su obra en los diversos soportes que utilizó, tanto en España como en nuestro país. Gran maestro, en el arte y en la vida, mantuvo a lo largo de los años las dos facetas de su personalidad. Perfeccionó su propuesta estética sin abandonar su militancia en la política ni su actuación como animador cultural.
La propuesta curatorial de Laura Bucellato, investigadora, curadora y gran activista de la escena cultural argentina de las últimas cuatro décadas, realza los méritos de esta muestra.
Una vez más, y no nos preocupa ser tildados de reiterativos, podemos decir que el MUNTREF cumple su rol de acercar a la comunidad bonaerense y nacional lo mejor del arte y la cultura".

El rector de la Universidad de Tres de Febrero también destacó la función didáctica de las muestras organizadas en el MUNTREF donde un amplio público de la zona y también de otros lugares concurre a ver las exposiciones, tal como ocurrió con la muestra de Picasso presentada en el 2010, donde para una gran proporción del público que asistía a ver la exposición era la primera vez que entraba a un museo. 



Sobre los ángeles

Homúnculo de lengua viperina

Acerca de Luis Seoane
(1910- 1979) Pintor,  grabador, ilustrador, muralista, diseñador gráfico, escritor, editor, animador cultural y académico argentino. Una personalidad multifacética y comprometida con su tiempo, cuyas inquietudes y convicciones se plasmaron en una caudalosa producción. Pasó su infancia y juventud en España hasta que debió exiliarse por sus ideas a favor de la República al estallar la Guerra Civil. Regresó entonces a su país natal donde desplegó una intensa actividad que lo unió tanto al mundo de las artes visuales como al de las letras. Hizo dibujos para medios gráficos como el diario Crítica; realizó memorables ilustraciones para la editorial Losada; fundó con el poeta Arturo Cuadrado la editorial Botella al Mar. Sus xilografías ilustraron libros como Martín Fierro de José Hernández; El Buitre de Franz Kafka; Sobre los Ángeles de Rafael Alberti, entre muchos otros. Se alimentó de las tendencias de su tiempo que lo llevaron hacia la experimentación formal. Esto último se evidencia en la creación de lo que luego se llamaría xilocollage. Supo amalgamar las tradiciones de sus dos patrias con las influencias artísticas de vanguardia en un lenguaje propio de rasgos expresionistas y abstractos, figuras sintéticas y colores planimétricos. En Europa conoció a artistas como Henry Moore, Herbert Read y Pablo Picasso, entre otros. Realizó exposiciones en España, Inglaterra, Alemania, Italia, Suiza, Estados Unidos, Brasil, Venezuela y Argentina. Obtuvo la Medalla de la Exposición Universal de Bruselas y del Senado de la Nación Argentina (1958); y el Premio Palanza otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes de la Argentina (1962).
En la década del ´70 regresó a España donde dejó el legado de su obra a la Fundación que hoy lleva su nombre.










sábado, 5 de marzo de 2011

Muestra Homenaje a Eva Perón en la Biblioteca Nacional - Histórico


retrato de Eva Perón, muestra Homenaje a Eva Perón en la Biblioteca Nacional 
Evita y Roberto Arlt - texto de César Tiempo 


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

En el año 2002 se realizó una gran muestra homenaje a Eva Perón al cumplirse cincuenta años de su muerte, ocurrida el 26 de julio de 1952. Concurrí a ver la muestra para publicar una nota  en la revista Archivos del Sur que se había iniciado dos meses antes en un portal de Valencia. La exposición se había distribuido en varios pisos, en la Biblioteca. La nota y las fotografías que tomé estuvieron publicadas durante muchos años en la revista, en el portal. Dados los cambios técnicos que se han venido realizando en dicho portal, muchos de los archivos e imágenes no se pueden ver actualmente.
Desde hace más de un año he iniciado la publicación de la revista en varios blogs, con el objeto de presentar la información más ordenada y accesible a los lectores.

Por dichos motivos, se publican nuevamente las imágenes y el texto de la nota publicada  originalmente en 2002, y se incluye el texto de César Tiempo: Eva Perón y Roberto Arlt, exhibido en un panel, en la muestra.

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Nota publicada en la Revista Archivos del Sur en  2002

Muestra de Eva Perón en la Biblioteca Nacional

A cincuenta años de la muerte de Eva Perón, exactamente el 26 de Julio de 1952,se exhibe la muestra dedicada a la mujer más importante de la historia política de Latinoamérica

(Buenos Aires) 

Es numeroso el público que visita la muestra dedicada a Eva Perón en la Biblioteca Nacional a 50 años de su muerte. Evita, una vida, una historia, un mito, reúne fotografías, objetos que pertenecieron a Eva Duarte, libros, cuadros. También hay instalaciones con objetos de la época, pueden verse por ejemplo una máquina de escribir marca Underwood que perteneció a una academia de mecanógrafas fundada por Eva Perón y que funcionó hasta fines de los años 70 junto con una máquina de coser que Evita le dio a una costurera, entre otros objetos. También jarros de metal, vajilla y utensilios de una escuela-hogar fundada por Eva Perón en la Provincia de Catamarca. Para la realización de la muestra curada por el Lic. Julio Sapollnick se tuvo en cuenta la biografía de Eva Perón de la historiadora española Marysa Navarro. En caso de varias fotografías o documentos de una misma época, se optaba por la mencionada y documentada en ese libro. Los visitantes miran atentamente las fotografías y los objetos muchos de ellos protegidos por vitrinas. Es notable el silencio del público que recorre las salas de la Biblioteca Nacional. La muestra se ocupa de diversos aspectos de la vida de Eva Perón: la actriz, la esposa, la viajera, la política, el mito, los libros sobre Eva Perón y de Eva Perón, los cuadros y fotografías. También,cerca del monumento dedicado a Evita, afuera de la Biblioteca hay un vagón de tren utilizado por Eva para viajar a las provincias. En esta edición de Archivos del Sur se incluyen varias fotografías de la muestra.

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - 2002

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Texto de César Tiempo exhibido en un panel de la Biblioteca Nacional en el marco de la muestra



Evita y Roberto Arlt



Texto reproducido y exhibido en un afiche en la Biblioteca Nacional, en el marco de la muestra Homenaje a Eva Perón (2002)

“Yo era un cronista teatral de un diario de la tarde. Me encontré con Arlt, que venía por la calle Corrientes, sonriendo y hablando solo. Era pasada la media noche. Entramos a tomar un café en “La terraza” y allí nos encontramos con dos muchachas, dos actrices muy jóvenes, muy pálidas y muy delgadas que, si mal no recuerdo, actuaban en el coro de Mercado de amor en Argelia. Una se llamaba Elena Zucotti y la otra María Eva Duarte.
Nos invitaron a sentarse a su mesa. Arlt no las conocía, yo sí, pues habían venido a la redacción del diario más de una vez en procura de un poco de publicidad – una gacetilla, un clisé – cosa tan frecuente en el gremio; Edmundo Guibourg me había recomendado a una de ellas. Ya instalados, entre café y café, Arlt se puso a hablar no sé por qué de la ubicación de la estatua de Florencio Sánchez. Le parecía que Garay y Chiclana era el sitio peor elegido del mundo para perpetuar la gloria y la memoria del gran dramaturgo y pedía a los gritos que fuera trasladada a la calle Corrientes, frente al teatro Politeama. De pronto, sin quererlo manoteó bruscamente y volcó la taza de café con leche que estaba tomando la Zucotti sobre el vestido de su compañera. Arlt exageró su consternación y en un gesto teatral se arrodilló ante la anónima actriz pidiéndole perdón. Ésta, sin escucharlo, se puso de pie y corrió hasta el baño a recomponerse. Cuando volvió tuvo un acceso de tos. Pero sonreía, indulgente.
-         Me voy a morir pronto – dijo sin dejar de sonreír y de toser.
-         No te aflijas,  pebeta – intervino Arlt que tuteaba a todo el mundo. Yo que parezco un caballo, me voy a morir antes que vos.
-         ¿Te parece? – preguntó la actricilla con una inocencia que no excluía cierta malignidad.
-         ¿Cuánto querés apostar?

No apostaron nada. Pero quiero anotar este dato curioso: Roberto Arlt falleció el 26 de julio de 1942. Y Eva Perón, la hermosa actricilla del episodio, diez años después. Paralelamente, existió el grupo de la Sección
D´Or (Delaunay, Kupka y Villón) que basaban su pintura en la búsqueda de la armonía a través del número y la medida.
Exactamente el 26 de julio de 1952.”

César Tiempo en Nogués,G, Buenos Aires ciudad secreta, Ruy Díaz Sudamericana, Buenos Aires, 1996, pp. 170, 171.

viernes, 4 de marzo de 2011

Muestra de Paula Modersohn- Becker y los artistas del Worspwede











(Buenos Aires)

Se inauguró ayer en el Museo Nacional de Arte Decorativo la muestra de Paula Modersohn-Becker y los artistas del Worspwede.
Paula Modersohn-Becker (1876-1907), era originaria de Bremen  (norte de Alemania).

La exposición está  organizada por el Institut 
für Auslandsbeziehungen e.V. (ifa)/ -Instituto para las Relaciones con el Extranjero- a través 
del Goethe-Institut Buenos Aires.
Paula Modersohn-Becker

Las obras de esta artista son poco conocidas fuera de los países gemanófonos y ponen de manifiesto su importante papel como integrante del expresionismo alemán. Además de sus trabajos se exponen también algunos de los artistas del Worspwede, grupo de artistas independintes que predicaba el retorno a la naturaleza y a los valores simples de los campesinos.

Este grupo de artistas independientes se asentó en forma transitoria en 1889 en Worpswede -a 20 Km. de Bremen -  que luego convirtieron en  su residencia permanente. El poeta Rainer María Rilke lo describe como un pintoresco paisaje cerrado al mundo exterior en medio del llamado “pantano del diablo”, en el que  sus habitantes,  con el rostro marcado por el  duro trabajo de la extracción de turba,  inspiraban a este grupo con su imagen de campesinos en estado puro,  no contaminados por la civilización.



De familia acomodada, Paula Becker desarrolló un estilo original producto de múltiples influencias; cree en Cézanne, van Gogh o Gauguin pero no para imitarlos,  sino que sus estilos refuerzan su búsqueda de una naturaleza interior, propia. Como en Alemania predominaba el arte académico que ella rechazaba, se trasladó a París – centro de apertura e innovación artística-  viviendo varias temporadas en esta ciudad.

Fallecida prematuramente a los 33 años,Heinrich Vogeler - amigo de su marido el también artista Otto Modersohn-  tuvo un activo papel en la difusión póstuma de las obras de esta pintora. En 1927 se abrió la Casa Paula Becker Modersohn, en Bremen,  con el mecenazgo de Ludwig Roselius, en el que se exponen una selección de sus mejores creaciones despertando un mayor interés por su obra.

En esta exposición se exhiben grabados y dibujos de esta creadora. Se complementa con obras de otros de sus colegas de la Worpswede y con dibujos de Otto Modersohn y gráficas de Hans am Ende, Fritz Mackensee, Fritz Overbeck y Heinrich Vogler de los años 1895 hasta 1905.
También se pueden ver libros y portfolios. 


La muestra se podrá ver hasta el 3 de abril de 2011.
Hay visitas guiadas


Horarios martes a domingos de 14 a 19 hs.
Entrada $ 5.- martes entrada libre

Museo Nacional de Arte Decorativo
Av. del Libertador 1902
Tels. 4801-8248; 4802-6606






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