jueves, 26 de junio de 2014

Muestra Tres Fronteras -observando de cerca - Zulema Maza en el Centro Cultural Recoleta



(Buenos Aires)

Se inauguraron tres muestras en el Centro Cultural Recoleta: Tres Fronteras - Observando de cerca, fotografías de Zulema Maza; Rómulo Macció - Repertorio, pinturas, y Borges y compañía, pinturas de Hermenegildo Sábat.
Como anticipo se publica una entrevista a Zulema Maza, argentina, quien se inició como grabadora y trabaja y expone desde principios de los años 80. A partir de la década del 90, pasa al dominio de la pintura y a la creación de objetos e instalaciones, incursionando en diversas técnicas, entre ellas el video. En la última década incorpora nuevas tecnologías a través de la posproducción digital de imágenes fotográficas que imprime fotográficamente o transfiere manualmente al papel, mediante procesos gráficos por ella desarrollados. Ha participado en diversas exposiciones individuales, colectivas, bienales internacionales como la de Curitiba, "Mostra América" Museo Casa Vermelha, Curitiba, Brasil, "Periferia", Trienal de Milán, Italia. Bienas Internacional de Valparaíso, Chile. Bienal Internacional de Biella, Italia. Bienal Internacional de San Juan de Puerto Rico, Puerto Rico. Bienal Internacional de Liubliana, Yugoslavia. Bienal Internacional de Taiwán, China. "Grafik Sud" Fribug, Alemania.
También ha recibido varios Premios: Gran Premio de Honor del Salón Nacional de Grabado, Buenos Aires, Argentina. Primer Premio de Honor Trienal de Egipto. Premio Leonardo en Arte Digital, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina. Primer Premio Municipal Manuel Belgrano, Grabado, Buenos Aires, Argentina. Primer Premio Fundación Llorens Artigas, Barcelona, España. Mención, Premio Beca de las Artes, UNESCO, París, Francia,entre otros.
Dice Zulema Maza, acerca de su muestra:
"La exposición "Tres Fronteras- observando de cerca" continúa mi muestra de 2012 titulada "Tomasa entre dos fronteras" en la cual presento una serie de fotografías intervenidas de Tomasa, una joven paraguaya que emigra a la Argentina en busca de oportunidades laborales mejor remuneradas, dejando a su familia en el Paraguay.
Así como el artista Christian Boltanski, Francia 1944, se ocupó del tema de la inmigración europea en la Argentina en su reciente muestra Migrantes 2012, llevada a cabo en el Hotel de Inmigrantes, esta exhibición apunta a una reflexión sobre la inmigración de los países latinoamericanos, Perú y Paraguay en particular en la Argentina, la más contemporánea en cuanto a movilización de ciudadanos habitantes de América Latina junto a la boliviana.
Las protagonistas de este nuevo relato son tres jóvenes mujeres. Nadia de Paraguay, Esteffany de Perú y Delfina de Argentina.
Nadia de nacionalidad paraguaya, llega a los 12 años a la Argentina con su madre y su hermano menor, dejando en el Paraguay al resto de su familia. Su madre ya hacía cinco años que había venido a trabajar, dejándola al cuidado de su abuela y sus hermanos mayores, junto a su pequeño hermano.
Nadia actualmente estudia en un colegio en los suburbios de la ciudad de Buenos Aires y se ocupa de su hermano menor cuando su madre sale a trabajar. Recuerda su Paraguay lejano, a los hermanos que quedaron allá y a su abuela querida. Viajó una vez a visitarlos y ellos también vinieron para sus 15 años.
Esteffany es de nacionalidad peruana, está feliz de haber venido a la Argentina. Aquí se vive mejor cuenta, es más lindo. Está estudiando mucho, quiere empezar la universidad. Allá en el Perú quedó su hermano querido. Es muy lindo dice, mi hermano es muy lindo. Tiene más hermanos que adora. Pero acá me gusta más. No sabe por qué, pero dice que hay más oportunidades. Es alegre, diáfana, responsable de su vida y muy afectuosa con su familia. Como mi mamá no hay ninguna. Es muy buena. Ella hizo mucho por mí y mis hermanos y educó muy bien, me cuenta
Delfina de nacionalidad argentina es descendiente de italianos, sus bisabuelos vinieron de Génova, Italia. Hicieron aquí una buena posición. Argentina era en ese entonces un país de promesas. Su bisabuelo, se radicó en Misiones, tuvo plantación de pinos y aserraderos.
Su abuela le contó largas historias de la selva, del yaguareté, del Mato Grosso, de las jangadas que venían al puerto de Buenos Aires cargadas de madera. Todo se lo llevó el Rodrigazo. Las talas indiscriminadas que vinieron después, dejaron todo desbastado. Una destruida chimenea rodeada de maleza, que su abuela la llevó a visitar hace dos años queda como único testigo. Los pinos han desaparecido.
Garuhape, Garuhapemi, son nombres que suenan en sus oídos, el ruido de la selva, los saltos de agua repiquetean en su espíritu. Ella cuenta esa historia como algo muy lejano y muy cercano a la vez. Europa y la selva están en su ADN. Su familia se recuperó de numerosas crisis, algunos familiare emigraron en busca de mejoras laborales. Ella los visita poco. Vive en un barrio cercano al río.
Nadia, Esteffany y Delfina.
Tres representantes de nuestro tiempo.
Ellas están aquí, para mostrarse y mostrarnos que la vida circula más allá de las fronteras.
Son historias de jóvenes mujeres que saben que esta tierra les es familiar y extraña, que en otro lugar quedó una parte de sus vidas.
Una red invisible las une y acompaña.
Aquí llegaron con su dignidad a flor de piel, comunicándose en lenguas milenarias que aprendieron de niñas y que no olvidaron. Quechua, Aymará, Guaraní como Esteffany y Nadia... y Delfina, la descendiente de europeos que aprendió el guaraní por su abuelo misionero.
Reinas con coronas de cotillón, de piedras preciosas, de vírgenes coloniales, de mantos hacia adentro y hacia afuera, de camisones bordados sacados de los baúles, con velos y tules que las envuelven.
Jóvenes de rostros extraños y realidades diversas.
Ellas exhiben una interioridad hermética y perturbadora, mezcla de etnias diversas, las originarias de América y las que vinieron por el mar desde Europa. Todas luchan por encontrar su lugar y su identidad, una identidad fragmentada, muchas veces dolorosa en su desigualdad y aislamiento. Emergentes de historias pasadas, de guerras sangrientas, de luchas de emancipación que aún no han concluido y de frágiles circunstancias económicas.
América misteriosa,
desconocida, conocida,
descubierta y encubierta,
desbastada y usurpada.
América paupérrima y rica,
del tercer mundo y del primer mundo,
inteligente y creativa,
soberana?
América europea e indígena,
negra, blanca, mestiza, multiracial,
América del Norte,
América Central,
América del Sur.
Pero que tienen ue ver estas tres jóvenes que se nos presentan con sus miradas interrogadoras, bellas y jóvenes.
Cada una es un lugar. También un no lugar.
Es su origen el que las distingue y las une.
Hablamos de nuestros antepasados europeos con orgullo, y nos cuesta reconocer nuestras raíces latinoamericanas, a veces indígenas. Es necesario trabajar en la integración de las capas culturales y sociales de la Argentina, para hacer un país con un proyecto común.
¿Cuál es nuestra identidad? Este es tema de largos debates y reflexiones. A través del arte y de modo metafórico comprendemos el mundo y la realidad.
El filósofo Dilthey decía que gracias al arte, podemos imaginar otros "mundos posibles", otros modos posibles de habitar el mundo. Ese es el carácter de "extra-ordinario". Y también cuestionarnos el mundo que  habitamos, porque también el arte nos permite tomar distancia, cuestionar.
El descubrimiento del Yo es posible únicamente a través del descubrimiento del Otro, y más aún, a través del desciframiento de los vínculos entre uno y otro: del Nosotros".
Centro Cultural Recoleta
Junín 1930, C.A.B.A.
martes a viernes de 13 a 20
sábados, domingos y feriados de 11 a 20 
www.centroculturalrecoleta.org

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